Fíate
de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo
en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas (Proverbios 3:5-6)
Si eres como yo, a
veces te cuesta decir que no a una nueva responsabilidad; en especial, si es
por una buena causa y se relaciona directamente con ayudar a los demás. Podemos
tener buenas razones para seleccionar con cuidado nuestras prioridades. Sin embargo,
a veces, al no acceder a asumir más responsabilidad, podemos sentirnos
culpables o pensar que, de alguna manera, fallamos en nuestro andar de fe.
No obstante, según
Eclesiastés 3:1-8, la sabiduría reconoce que todo en la vida tiene su tiempo,
tanto en las actividades humanas como en la esfera natural. «Todo tiene su
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» (3:1).
Tal vez vayas a
casarte o a tener tu primer hijo. Quizá estés a punto de terminar tus estudios
y entrar en el mundo laboral, o dejes de trabajar a tiempo completo para
jubilarte. Al ir pasando de una etapa a otra, nuestras prioridades cambian. Tal
vez tengamos que dejar de lado lo que solíamos hacer y canalizar nuestra
energía en otra cosa.
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