11 - BIBLIA HABLADA - 1 REYES (RV-AT)


Estos han sido llamados en el castellano, como también en el heb., de acuerdo con el tema: cubren cuatro siglos de reyes israelitas, desde David (su muerte en 930 a. de J.C.) a Joaquín (en Babilonia,
después de 561). La LXX les puso de título a 1 y 2 Samuel “Libros A y B de los Reinos” (Vulgata tiene de subtítulo “I y II Libros de los Reyes”), de modo que 1 y 2 Reyes correspondería a 3 y 4 Reinos. Así como Samuel, Reyes fue escrito como unidad entera pero fue dividido en dos durante la traducción LXX, cerca del año 200 a. de J.C. En el canon hebreo original (Ley, Profetas y Hagiógrafos), Reyes precedía a Isaías-Malaquías como el volumen que concluía la sección de los Primeros Profetas siguiendo a Josué, Jueces y
Samuel. Porque, aunque clasificados entre los libros históricos en castellano (y en gr.), estas cuatro obras poseen un carácter esencialmente profético (en contraste con los volúmenes sacerdotales de Crónicas), utilizando los acontecimientos de historia pasada como vehículo de predicación contemporánea (cf. Daniel 9:6).
La llave para comprender las metas teológicas de Reyes aparece en la primera advertencia de David: Guarda lo que Jehovah tu Dios te ha encomendado... como está escrito en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todo lo que hagas... (1 Reyes 2:3; cf. 3:14; 2 Samuel 7:14). El castigo divino se puede ver trazado por medio de la historia de Salomón (1 Reyes 1—11) y los reinos divididos, en un tratamiento sincrónico, (1 Reyes 12—2 Reyes 17), y la historia de cómo Judá sobrevivió (2 Reyes 18—25). Por lo tanto, un castigo es
distribuído a la pecaminosa Israel (2 Reyes 17:7-23) y Judá  (2 Reyes 23:26, 27; 24:1-4), pero recompensas también son dadas a los justos tanto en el reino del norte (1 Reyes 21:29) como en el del sur (2 Reyes 22:19, 20). La esperanza continúa hasta en el exilio (2 Reyes 25:27-30).

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