DIOS DELANTE DE NOSOTROS - EXODO 3:6

“Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios” (Éxodo 3:6)
Hace unos meses atrás, le informé a un Pastor que iría a donde él estaba, porque llevaría todo para preparar el almuerzo, que el mismo Pastor reparte a todos que lo requiera, los días domingo. Esto en una de las poblaciones más difíciles de vivir en Chile. Estando con mucha gente, pude apreciar el nivel de pobreza que existe, el nivel de miseria de una gente, y la marginalidad que se encuentran muchas de ellas, llegaban ancianos y ancianas, jóvenes, drogadictos, alcoholicos, prostitutas, algunos de ellos con mucha dificultad podían caminar, pero sabían que en ese lugar iba a tener su comida, fresca y lista para servirse.
Varias veces me preguntaba, y me decía que puedo hacer Señor para cambiar esto, pero el mensaje que he puesto, me hace reflexionar que el apoyo a aquellas personas, a la obra del Pastor, estaba llevando a la práctica la esencia más pura de nuestra fe, que el mismo Cristo dejo como legado para nosotros: “Dadme de Comer, Vísteme, Conóceme, Ámame”.
Ahora puedo decir, que me encontré cara a cara con El Señor, incluso sin estar consciente de ello, pero para mí, no fue en la mejor de las situaciones, justo como sucedió con Moisés. Y es que a veces olvidamos que Dios es paciente, creativo y nos conoce más de lo que nos conocemos nosotros mismos y, además, puede en ocasiones llamarnos a encontrarlo en lugares fuera de nuestra zona de comodidad.
Tal como a Moisés, tal como me sucedió, podemos ser probados, alejados de nuestra estabilidad y ser víctimas de las angustias, miedo y pánico. En esos momentos recuerda que Dios tras bastidores te está moldeando mediante esas cargas, cambiándote en la creación que debes ser.
Vence en Cristo mediante su palabra, Él dice: “No temas, porque yo estoy contigo

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