23 - BIBLIA HABLADA - ISAIAS (RV-AT)


El nombre de Isaías (salvación de Jehovah) casi tiene el mismo significado que el de Josué (Jehovah es salvación), el cual aparece en el NT como Jesús, el nombre del Mesías de quien Isaías fue un heraldo. Isaías estaba casado y tenía dos hijos a quienes les dio nombres con significados especiales (Isaías 7:3; 8:3).
Isaías profetizó durante los reinados de cuatro reyes, desde Uzías hasta Ezequías (Isaías 1:1). La primera fecha provista es la del año en que murió el rey Uzías (Isaías 6:1), la que probablemente ocurrió cerca del año 740 a. de J.C. El último evento histórico aludido es la muerte de Senaquerib (Isaías 37:38), que ocurrió en el año 681 a. de J.C. Los eventos más importantes son la guerra siroefratea en los días de Acaz (Isaías 7:1-9), la que Isaías trató, a pesar de su gran devastación (2 Crónicas 28:5-15) como algo casi insignificante en comparación con el tormento causado por Asiria, algo mucho más grande y que estaba por llegar (Isaías 7:17-25).
Asiria es el enemigo principal y del cual tratan la mayoría de los caps. 7—39; y más allá de esto se vislumbra un ene-migo mucho más poderoso, Babilonia, cuya caída ya se predice en los caps. 13 y 14, y quien es el tema principal de los caps. 40—48. Es dentro de este contexto de los terribles instrumentos del juicio divino que Isaías proyecta la esperanza mesiánica, primero al aconsejar al incrédulo Acaz y, después, repetidamente.
La estructura del contenido del libro de Isaías pudiera analizarse brevemente de la siguiente manera:
Isaías 1—5, Introducción. El cap. 1 contiene “la gran acusación”. Al igual que muchos de los pronunciamientos proféticos de Isaías, el primer cap. combina amenazas fa-tales con llamados urgentes al arrepentimiento y ofertas misericordiosas de perdón y bendiciones. Le sigue la promesa de redención mundial (Isaías 2:1-5). Después siguen una serie de pasajes con amenazas, incluyendo una descripción detallada de los atavíos de las mujeres de Jerusalén como ilustración del pecado frívolo de todo el pueblo. La tierra se compara
con una viña sin fruto, que muy pronto será puesta en desolación.
Isaías 6, La visión en el templo. Este cap. contiene una visión de el Santo de Israel, uno de los títulos favoritos de Isaías al referirse a Dios.
Isaías 7—12, El libro de Emanuel. Es-tos caps. pertenecen al período de la guerra siroefratea (2 Reyes 16:1-20; 2 Crónicas 28). En medio de este tiempo de peligro, Isaías pronuncia la gran profecía relacionada con Emanuel (Isaías 7:14-16; 9:6, 7; 11:1-10).
Isaías 13—23, Profecías contra las naciones. Estos son diez oráculos en contra de naciones que eran o serían una amenaza para el pueblo de Dios: Babilonia (Isaías 13:1—14:27); Filistea (Isaías 14:28-32); Moab (caps. 15, 16); Damasco (caps. 17, 18); Egipto (caps. 19, 20); Babilonia (Isaías 21:1-10); Duma (Isaías 21:11, 12); Arabia (Isaías 21:13-
17); Jerusalén (cap. 22); Tiro (cap. 23). Aquí las profecías en relación con el futuro cercano (Isaías 16:14; 21:16; cf. 22:20 y 37:2) aparecen entre otras que se refieren a un tiempo más distante (Isaías 23:17) o bastante remoto.
Isaías 24—35. Isaías 24 mira hacia el futuro. Abarca todo el mundo y muy bien se le puede considerar como un apocalipsis. El juicio mundial será seguido por un canto de acción de gracias por las bendiciones divinas (caps. 25, 26).
Le sigue una profecía en contra de Egipto (cap. 27). Después, nuevamente se encuentran seis ayes o lamentos (28—34), siendo el último una maldición espantosa en contra de Edom. Estos caps. ter-minan con un hermoso retrato profético de futuras bienaventuranzas.
Isaías 36—39, Sección histórica (cf. pasajes paralelos en Reyes y Crónicas). Es-tos caps. describen las amenazas y blasfemias de Senaquerib en contra de Jerusalén, cómo Ezequías apeló a Isaías, quien ridiculiza al invasor, y la huida y muerte del blasfemo (36, 37). Este es uno de los episodios más emocionantes en toda la Biblia. Es probable que la enfermedad de Ezequías y los emisarios de Merodac-baladán (38, 39) hayan sucedido durante el reinado
de Sargón, el rey de Asiria y padre de Senaquerib. Si fue así, el arreglo del material es temático y su propósito es preparar al lector para las profecías de consolación que siguen.
Isaías 40—66. Estos caps. han sido denominados Libro de la Consolación.
Están divididos en tres partes según lo sugieren las palabras en forma de refrán que dicen: ¡No hay paz para los malos!, dice Jehovah (Isaías 48:22; cf.57:21), lo cual hace eco terriblemente en las palabras finales de Isaías (66:24).
Isaías es por excelencia el profeta de la redención. Los temas que se repiten constantemente en su profecía son los siguientes: la grandeza y majestad de Dios, su santidad, su odio del pecado, la insensatez de la idolatría, su gracia, misericordia y amor, y las benditas recompensas de la obediencia. Redentor y salvador (salvar, salvación) son términos favo-ritos de Isaías. Las palabras que describen el carácter del Mesías prometido (Isaías 9:6) están frecuentemente en sus labios: Admirable (Isaías 25:1; 28:29; 29:14); Consejero (Isaías 19:17; 25:1; 28:29; 40:13, 14, 16, 17); Dios Todopoderoso (Isaías 30:29; 33:13; 40:26-28; 49:20-26; 60:16); Padre Eterno (Isaías 26:4; 40:28; 45:17; 55:3; 57:15; 60:19, 20; 63:16; 64:8); Príncipe de Paz (Isaías 26:12; 45:7; 52:7; 53:5; 55:12; 57:19; 66:12). Isaías
muestra una profunda apreciación por la belleza y grandeza de la naturaleza (p.ej., cap. 35). Una sorprendente figura que él usa repetidamente es el camino, o un amplio camino (Isaías 11:16; 19:23; 33:8; 35:8; 36:2; 40:3; 49:11; 57:14; 62:10). Todas las barreras que separan a las naciones y demoran la venida del Rey a su reino serán removidas (Isaías 40:5).
A Isaías se le cita por nombre 21 veces, un poco más que a todos los otros profetas juntos; y hay muchas más alusiones y citas don-de no se le menciona por nombre. Isaías ha sido reconocido como el evangelista del AT, y su libro tiene muchos de los vv. más preciosos en la Biblia. Jesús inició su ministerio público en Nazaret leyendo de Isaías 61.
Una nueva teoría en relación con la profecía, la cual prevalece ampliamente hoy día, minimiza o niega el elemento de predicción, declarando que los profetas del AT únicamente hablaron para la gente de su tiempo y no para las futuras generaciones. Esta teoría es refutada por el hecho de que el NT frecuentemente cita las palabras de los profetas, especialmente Isaías, como cumplidas durante la vida terrenal de Jesús. Juan 12:38-40 une dos citas de Isaías, 53:1 y 6:9, 10; y como si quisiera dejar claro que ambas tienen la misma fuente, el evangelista agrega: Estas cosas dijo Isaías porque vio su gloria y habló acerca de él (de Jesús).
El argumento principal para un segundo Isaías es que el profeta se refiere a Ciro como uno que ya ha entrado en su carrera de conquistas (p. ej.: Isaías 41:1, 2, 25); y se propone que el escritor de todos o parte de los caps. 40 - 66 debe haber vivido al final del cautiverio babilónico. Por lo mismo, debemos notar que los profetas, especialmente Isaías, a menudo hablaron como si ellos hubieran sido testigos de los eventos futuros que describen. El punto de vista o la situación que presenta el escritor del cap. 53 es el Calvario. Los sufrimientos
del Siervo son descritos como si ya hubiesen terminado y presenta vívidamente la gloria que seguirá; sin embargo, el profeta no pudo haber vivido durante ese tiempo. Debe haber vivido muchos años, quizá siglos, antes del advenimiento de aquel cuya muerte él presenta vívidamente. Consecuentemente, uno debe sostener una de dos posiciones: que ni los caps. 7 - 12 ni el cap. 53 predicen la venida y obra del Mesías; o, por otro lado, que el profeta pudo, y así lo hizo, hablar de eventos futuros, de la venida de Ciro, de uno mayor que Ciro, como si él hubiese estado viviendo en los días gloriosos de los cuales habló.

Comentarios