1. El
profeta, hijo de Petuel y autor del segundo libro de los Profetas Menores.
2. El hijo
primogénito de Samuel (1 Samuel 8:2; 1 Crónicas 6:33).
3. Un
príncipe simeonita (1 Crónicas 4:35).
4. Un jefe
rubenita (1 Crónicas 5:4, 8).
5. Un jefe
gadita (1 Crónicas 5:12).
6. Un
antepasado de Samuel, de la tribu de Leví (1 Crónicas 6:36).
7. Un jefe
en la tribu de Isacar (1 Crónicas 7:3).
8. Uno de los
hombres valientes de David (1 Crónicas 11:38).
9. Un
levita (1 Crónicas 15:7, 11, 17), probablemente también se le menciona en 1 Crónicas
23:8; 26:22.
10. Uno de
los oficiales de David sobre la media tribu de Manasés (1 Crónicas 27:20).
11. Un
levita en la época de Ezequías (2 Crónicas 29:12).
12. Un
judío que se había casado con una mujer extranjera (Esdras 10:43).
13. Un
supervisor benjamita (Nehemías 11:9).
EL LIBRO DE JOEL
(heb., yo’el, Jehovah es Dios). El libro de Joel no tiene la acostumbrada
fórmula utilizada por los profetas (Oseas 1:1; Amós 1:1), y en ninguna parte se
indica la fecha para el ministerio del profeta o para la escritura del libro.
Los eruditos que sostienen
el punto de vista tradicional creen que el libro es preexílico, escrito
probablemente durante el reinado del joven rey Joás (837-800 a. de J.C.), por
las siguientes razones:
(1) Los enemigos de Judá que
se mencionan: los filisteos y fenicios (Joel 3:4), Egipto y Edom (3:19), son
del período preexílico (2 Reyes 8:20-22; 2 Crónicas 21:16, 17), pero no se
mencionan a los asirios y babilonios quienes causaron problemas a Judá más tarde.
(2) Amós, un profeta durante
ese tiempo, parece haber estado familiarizado con las profecías de Joel (Joel
3:16; Amós 1:2; 3:18; 9:13).
(3) El hecho de que se
mencione a los ancianos y sacerdotes en vez de mencionar al rey pareciera
apuntar al tiempo cuando Joás aún era menor de edad (2 Reyes 11:21).
(4) La posición del libro
entre los dos primeros profetas, y su estilo diferente al de los profetas
postexílicos, también hablan en favor de una fecha preexílica.
La ocasión del libro fue una
devastadora plaga de langostas. El profeta, después de describir la plaga y sus
resultados caóticos, exhorta a la nación para que se arrepienta de sus pecados.
Después prosigue para predecir una visitación aun peor: el futuro día del
Señor.
I. La plaga de langostas y
su remoción (Joel 1:1—2:27)
A. La plaga de langostas (Joel 1:1-20).
B. Se exhorta a la gente a arrepentirse (Joel
2:1-17).
C. Dios se compadece y promete alivio (Joel
2:18-27).
II. El futuro día del Señor
(Joel 2:28—3:21)
A. El Espíritu de Dios será derramado (Joel
2:28-32).
B. El juicio de las naciones (Joel
3:1-17).
C. Las bendiciones sobre Israel después
del juicio (Joel 3:18-21).
La contribución más grande
de Joel al pensamiento cristiano es su enseñanza sobre el derramamiento del
Espíritu Santo sobre todo mortal (Joel 2:28), la cual citó Pedro en su sermón
el día del Pentecostés (Hechos 2:14-21). En una manera especial, la nueva era
sería la del Espíritu (Isaías 32:15; Zacarías 12:10; Juan 7:39). Toda la gente
de Dios sería sacerdotes y profetas. El ideal declarado cuando se dio la ley
nunca pudo lograrse, pero ahora sería una realidad (Éxodo 19:5, 6; 1 Pedro 2:9,
10).
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