Corintios,
1 y 2. La
primera carta a los Corintios fue escrita por Pablo desde Efeso, en su tercer
viaje misionero (Hechos 19:1; 1 Corintios 16:8, 19), probablemente en el año 56
o 57 d. de J.C. Había escrito anteriormente una carta a los corintios que no nos
ha llegado a nosotros; en ella les había advertido de no asociarse con personas
inmorales (Hechos 5:9).
En respuesta, Pablo recibió
una carta (Hechos 5:10; 7:1; 8:1) en la cual ellos declaraban que era imposible
seguir su consejo sin salirse del mundo, y pusieron a su consideración una
cantidad de problemas sobre los cuales solicitaban su opinión. Entre tanto,
Pablo había oído de facciones en la iglesia (Hechos 1:11). Estas circunstancias
diversas lo guiaron a escribir 1 Corintios.
Después del saludo introductorio
(1 Corintios 1:1-9), Pablo discute (1) las disensiones, 1 Corintios 1:10—3:23;
(2) su propio ministerio, cap. 4; (3) el incesto, cap. 5; (4) los creyentes
llevando a otros creyentes a las cortes paganas, cap. 6; (5) el matrimonio cristiano,
cap. 7; (6) la carne ofrecida a los ídolos, caps. 8—10; (7) el cubrirse la
cabeza las mujeres, 1 Corintios 11:2-16; (8) la correcta celebración de la cena
del Señor, 1 Corintios 11:17-34; (9) el uso y abuso de los dones espirituales,
especialmente las lenguas, caps. 12—14; (10) la resurrección del cuerpo, cap.
15; y (11) colectas para los pobres en Jerusalén, 1 Corintios 16:1-3;
concluyendo con algunas notas sobre sus planes personales y saludos, 1
Corintios 16:4-24.
Segunda Corintios fue
escrita por Pablo en su tercer viaje misionero en algún lugar de Macedonia. Los
maestros judaizantes habían procurado desacreditar al Apóstol y habían logrado
que la iglesia como un todo se pusiera en contra de él. Esta rebelión motivó a
Pablo a hacer una breve visita a Corinto (2 Corintios 12:14; 13:1, 2), pero la
visita no restauró su autoridad. Más tarde Tito llevó a Pablo un informe de que
una vez más se reconocía su autoridad; este informe dió lugar a que escribiera
2 Corintios.
Esta segunda carta es menos
metódica y es el escrito más personal de Pablo. Es muy autobiográfica y cae
naturalmente en tres divisiones principales:
(1) Algunos
pensamientos sobre la crisis por la cual la iglesia acababa de pasar, caps.
1—7;
(2) completar
la colecta para los pobres en Jerusalén, caps. 8—9;
(3) una
defensa del ministerio de Pablo contra los ataques de sus enemigos y
vindicación de su apostolado, caps. 10—13.
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