49 - BIBLIA HABLADA - EFESIOS (RV-NT)


Epistola A Los Efesios. Generalmente reconocida como una de las epístolas más ricas y profundas del NT. La dignidad del contenido ha resultado en que la epístola a los Efesios sea preciosa para los creyentes de todas las edades y todos los lugares. Sus profundas verdades e imágenes vivas han penetrado hondamente en el pensamiento y la literatura de la iglesia cristiana.
Efesios afirma explícitamente la paternidad literaria de Pablo (Efesios 1:1;3:1) y todo su tenor es eminentemente paulino. Los críticos liberales han expresado dudas en cuanto a su origen, basadas íntegramente en argumentos internos tomados del estilo, el vocabulario y la teología de la epístola. Estos argumentos son subjetivos, no son decisivos y no ofrecen ninguna razón irresistible por rechazar la evidencia directa del texto y la tradición.
Efesios fue escrita mientras Pablo estaba encarcelado (Efesios 3:1; 4:1;6:20). La opinión prevaleciente ha sido que fue escrita desde Roma durante su primer encarcelamiento allí (Hechos 28:30-31), aunque algunos han sugerido Cesarea (Hechos 24:27) o aun Efeso (Hechos 19:10; 20:18-21, 31; 2 Corintios 11:23) como lugares posibles. Sin embargo, prevalece firmemente el origen romano tradicional.
La epístola fue llevada a su destino por Tíquico, junto con las de Colosenses y Filemón (Colosenses 4:7, 8; Filipenses 9, 13, 17; Efesios 6:21, 22). Es así que las tres fueron enviadas a la provincia romana de Asia, pero los estudiosos no están de acuerdo en cuanto al destino específico de Efesios. Las palabras en Efeso (1:1) no se encuentran en tres copias muy antiguas (el papiro de Chester Beatty, los mss. unciales Aleph y B). Pero las palabras se encuentran en todos los otros mss. en su forma no corregida y en todas las versiones antiguas. Con la excepción del hereje Marción, a quien Tertulio acusó de cambiar el título, la tradición eclesiástica la designa uniformemente como a los Efesios. Una solución justa sería que la carta fue dirigida originalmente a los santos en Efeso pero se presentó de tal forma que sería apropiada para cumplir con las necesidades de las iglesias de Asia. A medida que fueron circulando las transcripciones del original a la iglesia madre, se podría haber omitido el destino, aunque se reconocía uniformemente que la epístola fue dirigida originalmente a los efesios.
El contenido no ofrece una indicación clara en cuanto al motivo por escribir la epístola a los Efesios. Su afinidad con Colosenses en cuanto a su origen y contenido sugiere una ocasión estrechamente relacionada con la redacción de aquella epístola.
Efesios presenta la riqueza del creyente unido con Cristo. Describe la gloria de nuestra salvación y enfatiza la naturaleza de la iglesia como cuerpo de Cristo.
Como lo indica la doxología en Efesios 3:20, 21, su contenido se divide en dos partes, la primera doctrinal (caps. 1—3), la segunda práctica y alentadora (caps. 4—6). Un bosquejo puede sugerir algunas de sus riquezas:
I. El saludo (Efesios 1:1, 2).
II. Doctrinal: La posición del creyente en Cristo (Efesios 1:3—3:21).
     A. Gratitud por nuestra redención (Efesios 1:3-14).
     B. Oración por iluminación espiritual (Efesios 1:15-23).
     C. Poder de Dios manifiesto en nuestra salvación (Efesios 2:1-10).
     D. Unión de judíos y gentiles en un cuerpo en Cristo (Efesios 2:11-22).
     E. Pablo como mensajero de este misterio (Efesios 3:1-13).
     F. Oración por la realización de estas bendiciones (Efesios 3:14-19).
     G. Doxología de alabanza (Efesios 3:20-21).
III. Práctico: La vida del creyente en Cristo (Efesios 4:1—6:20).
     A. Su andar como santos de Dios (Efesios 4:1—5:21).
          1. El andar digno, en la realización interna de la unidad cristiana (Efesios 4:1-16).
          2. El andar distinto, en manifestación exterior de una posición cambiada (Efesios 4:17-32).
          3. El andar amante, en imitación vertical de nuestro Padre (Efesios 5:1-17).
          4. Resumen de la vida llena del Espíritu (Efesios 5:18-21).
     B. Sus deberes como familia de Dios (Efesios 5:22—6:9).
     C. Su lucha como soldados de Dios (Efesios 6:10-20).

IV. Conclusión (Efesios 6:21-24).

Comentarios