“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en
todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” (3 Juan 1:2)
La bendición es la expresión de un deseo benigno que
se dirige a una persona; Dios quiere que como sus hijos seamos bendecidos en
todas las áreas de nuestras vidas.
Muchos piensan que ser bendecido es pedir a Dios cosas
grandes, que en varios casos tienen que ser visibles y tangibles. Cuántas
personas creen hoy en día que la bendición de Dios se encuentra en tener las
mejores cosas materiales, mucho dinero en el banco o vestir la ropa de
moda del momento; es un error pensar que sólo lo material es una bendición del
Padre y si no lo reciben piensan que el Señor no está atento a sus necesidades.
El deseo de Dios es que nos vaya bien en todas las
cosas que emprendamos cada día, también desea que tengamos salud para poder
disfrutar de lo que Él nos da.
Hay bendiciones que son más que riquezas, como: Tener
salud, ser amado y amar, paz en el corazón a pesar de las pruebas, disfrutar de
unos padres, un hijo, la dicha de tener amigos, la vida que Dios nos da cada
día, un trabajo, un esposo y una esposa que te ama y disfrutar de todo lo que
nuestro Padre ha creado para consentirte porque eres valioso para Él.
Las cosas más pequeñas, que
creemos menos importantes, hacen de nuestras vidas algo perfecto. Disfruta de
todo lo que Dios te da cada día y recuerda que hay bendiciones que no siempre
son riquezas.
Comentarios
Publicar un comentario