“Pero si andamos en luz, como él está en
luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado”. (1 Juan 1:7)
El Cristal es claro, bello, reluciente, fino y caro.
Eso es calidad. Cristal es calidad.
No es de calidad lo que parece ser bello, es de
calidad lo que es bello y diáfano. Un corazón como el cristal es lo que
necesito hoy para demostrar la belleza de aquel que mora en mí. En
nuestra sociedad abundan los que no quieren ser transparentes y viven en las
sombras de su propia vanidad.
Los siervos saben que la transparencia es elemento
importante en el servicio cristiano. No podremos ni engañar a Dios ni al
pueblo. El pueblo sabe cuándo ocultamos. El siervo sabe que la
gente no pide perfección, pero si honestidad.
El siervo que es honesto y trasparente contará con el
apoyo del pueblo y la bendición del Señor.
Dios quiere que comencemos a ser siervos que no
ocultan, sino que abren su corazón a Él
A fin de cuentas, la gente no busca en nosotros perfección
sino honestidad y honestidad es transparencia y transparencia es cristal de
calidad.
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