Por eso, hermanos, procuren fortalecer su
llamado y elección. Si hacen esto, jamás caerán (2 Pedro 1:10)
Jamás caerán. Si meditas en esta frase, te darás
cuenta que es una declaración sorprendente. El diablo nos ha hecho tropezar
tantas veces que la mayoría de nosotros ni siquiera deseamos recordarlo.
Pero la Palabra de Dios nos dice que no es necesario
tropezar. Dios dice que hay algo que nos puede mantener firmes. ¿De qué se
trata? Es la diligencia.
Si no lo has hecho todavía, necesitas darte cuenta de
su importancia. Debes ser consciente de que no puedes gozar de una vida de
victoria sin ser diligente.
No puedes permanecer firme en la Palabra de Dios si no
tomas tu Biblia durante la semana. Hacerlo sólo el domingo por la mañana no
surtirá ningún efecto. Sin embargo, la mayoría de los creyentes tratan de
subsistir con eso. A raíz de ello, tenemos miles de iglesias por todo el mundo,
llenas de gente nacida de nuevo que no tienen suficiente fe ni para matar un
mosquito. No son diligentes.
Si quieres perseverar en los días venideros,
necesitarás más que la fe. Necesitarás fe madura que mueva montañas, y sólo hay
una manera de adquirirla: dedicándose a la Palabra con más firmeza de lo que lo
has hecho.
Hazlo. Se diligente para
afirmar tu llamado y elección; y no importa lo resbaladiza que se ponga la
situación, ¡jamás caerás!
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