Y Jehová va delante de
ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te
intimides (Deuteronomio 31:8)
Cuando te sientes impotente te ves a ti
mismo como inferior, sientes temor y tal vez puedes llegar a turbarte como le
pasó al pueblo de Dios. Entonces comienzas a pensar que no podrás librarte de
aquella dificultad y que no hay solución posible para tal situación.
Cada día el gigante Goliat salía para
amenazar al pueblo de Dios, hasta que apareció alguien con otro pensamiento.
“Entonces dijo David al filisteo: Tú
vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de
Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has
provocado.”1 Samuel 17:45
La actitud de David frente al gigante fue
muy diferente porque, aunque reconocía que el gigante a enfrentar era muy
fuerte, también sabía que mucho más poder y grandeza tenía Dios. Debemos
entender que Él no nos ha llamado a luchar solos, es posible que los problemas
nos superen, ya que somos humanos, pero estos nunca serán más grandes que
nuestro Dios.
Tal vez estés atravesando
una situación difícil semejante a enfrentar un temible gigante, este ya no se
llama Goliat sino que tiene distintos nombres; enfermedad, deudas, adicciones,
divorcio, depresión etc. estos se presentan cada día a tu vida, atemorizándote
y llenándote de incertidumbre acerca del futuro. Seguramente y ante esta
situación te sientes pequeño, impotente y sin fuerzas.
Comentarios
Publicar un comentario