LOS MILAGROS DE JESUS - LA HIJA DE JAIRO (CAPITULO 10)



(LBLA)lucas 8:49-56
Mientras estaba todavía hablando, vino* alguien de la casa del oficial de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. [50] Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. [51] Y cuando El llegó a la casa, no permitió que nadie entrara con El sino sólo Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la muchacha. [52] Todos la lloraban y se lamentaban; pero El dijo: No lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme. [53] Y se burlaban de El, sabiendo que ella había muerto. [54] Pero El, tomándola de la mano, clamó, diciendo: ¡Niña, levántate! [55] Entonces le volvió su espíritu, y se levantó al instante, y El mandó que le dieran de comer. [56] Y sus padres estaban asombrados; pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.

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