Las cosas invisibles de él (Dios), su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de
las cosas hechas. (Romanos 1:20)
Un compañero acababa de rechazar el calendario bíblico que
le había ofrecido.
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No soy creyente, me dijo
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Si, la fe parece inconsistente para la razón
humana, pero ¿usted nunca tiene dudas? Después de todo, ¿la existencia de Dios
es tan inconcebible?
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Debo reconocer que la majestad y la belleza de
los paisajes nevados de la montaña me fascinan, y siempre me surge esta
pregunta: ¿y si Dios existiese?
A menudo he pensado en esta
conversación. La maravillosa naturaleza
es la obra majestuosa de un gran artista.
Su firma está en la flor más sencilla.
La organización del universo, las complejidades de los seres vivos dan
testimonio de una sabiduría infinita. La
tierra es un pequeño planeta perdido en una galaxia que contiene centenas de
miles de millones de estrellas, ubicadas entre otras tantas galaxias. Todo esto cuenta la gloria de Dios (Salmo
19:1).
Dios no solo es grande por su
poder, sino que su amor también es insondable.
La persona que empieza a creer en este amor muy pronto percibe que le
queda mucho por descubrir.
Quizás al igual que mi compañero, usted dice que
no es creyente, pero tiene algunas dudas… Dios está muy cerca de usted. Ore, diríjase a él con un corazón sincero, y
él se manifestará a usted.
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