LOS EJERCICIOS PRACTICOS - MATEO 25:40


(Jesús dijo:) En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40

Hoy en la mañana, maravillado por la lectura de un pasaje de los evangelios, oré al Señor fervientemente: «Señor, eres tan grande, tan bueno, que deseo servirte con total abnegación».
Luego me puse a hacer mis tareas. Hacia las once sonó el teléfono. Era Hervé, un amigo cristiano minusválido que vive solo y que a menudo me llama. Tan pronto como algo no va bien, se pone muy nervioso. Hay que ir rápidamente a su casa, y a veces por una pequeñez...
Hoy su lavadora no funcionaba. ¡Qué tragedia! Traté de tranquilizarlo, de hacerle comprender que hay cosas mucho más graves. Pero no sirvió de nada. Hervé solo pensaba en una cosa: ¡su lavadora no funcionaba! Una vez más, no me quedó otro remedio que prometerle ir lo antes posible.
Colgué el teléfono: «¡Qué fastidio, tenía que hacer un recorrido de media hora en automóvil! ¡Realmente no se daba cuenta! ¡Yo que pensaba tener por fin un sábado tranquilo, después de una dura semana! ¿Y por qué siempre tengo que ser yo?».
De repente recordé la oración que había hecho en la mañana. Entonces descubrí que, por medio de Hervé, el Señor ponía a prueba la realidad de mi abnegación. Jesús dijo que lo que hiciésemos a uno de los suyos era como si se lo hiciésemos a él.
Esta mañana me había escuchado. Sabía que era sincero, pero ahora me pedía que probase lo que acababa de declarar. Son los «ejercicios prácticos» de mi vida cristiana. ¡Entonces fui rápidamente a casa de Hervé!

Nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:21

Comentarios